En los últimos el Camino de Santiago años ha crecido en popularidad y cada vez más se incluye como opción en los destinos vacacionales. Esta ruta se convierte en un gran reto no sólo personal sino también para los pies, que deben mantenerse en correctas condiciones durante muchos kilómetros.

Por ello, es importante seguir una serie de consejos, para terminar el camino con gran éxito y sin ningún daño.

Lo primero, es muy recomendable acudir al podólogo antes de iniciar el camino para que realice una revisión ya que podría existir algún problema en el pie o la pisada que derive en una lesión durante nuestro camino, impidiéndonos realizarlo de manera normal. Además, la elección del calzado es clave para realizar la ruta cómodamente y sin problemas.

A pesar de ello, cada año, a la consulta llegan cuentos podológicos como:

1. Verrugas plantares
2. Esguinces de tobillo
3. Afectaciones musculares
4. Desprendimiento ungueal
5. Hematomas subungueales 
6. Hematomas subdérmicos
7. ampollas